Escritor: Burzina Svetlana
Personajes:
El autor | Juan el Tonto |
María la Lista | El seño |
Autor: Juan el Tonto está casado con María la Lista.
Juan: Todos los días salgo al campo a guardar las ovejas. Es lo único que mi mujer quiere que haga.
Autor: Un día Juan el Tonto se encuentra una bolsa de monedas de oro.
(Juan la abre y ve las monedas.)
Juan: ¡Anda! ¡Cuántas medallas sin cadena!
(Juan vuelve a su casa.)
Juan: ¡María, mira cuántas medallas sin cadena me he encontrado en el monte!
Autor: María como es muy lista le da la razón, pero guarda las monedas.
María: Sí, son unas medallas que no valen nada, porque no se les puede poner cadena.
Autor: Por la tarde se pone a hacer buñuelos, se sube al tejado y empieza a tirarlos por la chimenea.
(Juan está calentándose junto a la lumbre.)
Juan: ¡Anda! ¡Cuántos buñuelos están cayendo!
(Los coge y va a buscar a su mujer.)
Juan: ¡María, mira, que están lloviendo buñuelos!
Autor: Juan come muchos buñuelos y María se va a la cuadra y extiende un mantel sobre el pesebre. Pone una vela a un lado y a otro de la burra.
María: ¡Juan, echa de comer a la burra!
(Juan lo ve y sale corriendo.)
Juan: ¡María, que la burra está diciendo misa! ¡Que la burra está diciendo misa!
Autor: Al día siguiente la mujer no quiere que Juan cuente lo que pasó.
María: ¡Juan, no salgas al campo con las ovejas! ¡Ve a la escuela y aprende a leer y a escribir!
(Juan va a la escuela y ve en la cartilla la “b” con la “a”.)
Juan: ¡Ba, ba, baaa, mis ovejas allí van!
(Juan ve la “b” con la “e”.)
Juan: ¡Be, be, beee, mis ovejas allí vienen!
Autor: Al día siguiente Juan el Tonto se va al campo. Por el camino se encuentra a un señor montado en un caballo.
Señor: Buen hombre, ¿no se ha encontrado usted por casualidad una bolsa?
Juan: Sí, señor, que me la he encontrado.
Señor: ¿Y dónde la tiene usted?
Juan: Pues en mi casa. Que se la di a María.
Señor: ¿Ah, sí? Pues mira, a mí me gustaría verla. ¿No te importa que vaya contigo a tu casa?
(Juan y el hombre se presentan en casa.)
Señor: (a María) Usted, tiene que entregarme la bolsa, porque es mía.
María: ¿Qué bolsa? No sé de que me está usted hablando.
Juan: Que si, María. ¿Es que no te acuerdas del día en que me mandaste a la escuela?
(El hombre se asombra.)
Juan: ¿No te acuerdas cuando llovían buñuelos y la burra decía misa?
Señor: Perdone, usted, señora, que la haya molestado, que bastante desgracia tiene usted.
Autor: El hombre se va, y María la Lista se queda con todo el dinero y al marido le compra un rebaño de ovejas.